viernes, 7 de septiembre de 2007

MUTACION


Me encontraba caminando por el bosque, bajo una noche negra y un frío que me atravesaba los huesos, me fijaba atentamente en las formas que se creaban en el cruzar de la luz de la luna y en los sabios y añejos árboles que se imponían como grandes estandartes de un cementerio al cual me sentían permanecer. En ellos observaba las mas diversas figuras, formas y fondos que la mente humana pueda imaginar, y me dejaba envolver en su misterio, olvidándome cada vez mas de que el mundo al cual yo pertenecía no es este al que me invitan entrar, lo olvidaba, y me dormía en la hipnosis de su pasión onírica.

Al rato desperté, y me encuentro en un lugar que no conozco, siento el frío de la tierra y unas imponentes paredes agrietadas me construyen un camino que tendré que recorrer, todo eso lo sé porque se palpa que es así, pero nada se puede ver en este lugar, es la oscuridad absoluta y yo sin saber como llegue hasta aquí.

Me levanto y comienzo a caminar instintivamente tratando de encontrar alguna salida, o mejor aún, una respuesta con la cual abrir el candado de este cubo y así poder develar esta incógnita. Sigo caminando durante un rato y cuando ya me estaba acostumbrando a esta ciega ritualidad veo a lo lejos una débil e intermitente luz roja que me saca sorpresivamente del letargo y me abre una posibilidad cierta a eliminar esta ilusión.

Al rato llego hasta la fuente de esa luz, esta proviene de un piso inferior del cual además emana un denso humo que dificulta la respiración, una grieta demasiado profunda ha formado un agujero improvisado por el cual ingreso al sub suelo. Ahí logro ver que aquella luz roja proviene de una gran cantidad de fuego que en los horizontes actúan como infernal muralla a esta inusual habitación, demasiado amplia diría yo como para serlo, y al topar con mis pies en el suelo de tierra removida, automáticamente suena una intensa y angustiante sirena, a un volumen tan alto que me remece desde las entrañas hasta la corona del do. Miro asustado a los lados, por si viniera alguien, pero solo veo aquella infernal muralla que con su humo se torna aun más intimidante; aquel humo se torna cada vez más intenso, insoportable, al nivel de la ceguera blanca, ya nada veo, solo este maldito humo que me hace toser y toser, perdiendo mi oxigeno, y cayendo rendido otra vez, al portal de la inconciencia.

Nuevamente despierto, pero ahora unas fuertes correas me tienen atado a esto que me sirve de respaldo, por lo que puedo sentir se trata de una base de madera sobre la cual estoy acostado y amarrado, mirando la inexistencia de un cielo, sintiendo el calor de un fuego, y escuchando unos cantos tribales que me sumergen en la desesperación absoluta, oigo cantos.....


    .....AAHEM DEI LOOM...
    ...BUURR NAARDEM BOOR...
    ...FAMBRIS NAK ERTEM...
    ...MOOR MOOR GOOR...


Ya no entiendo nada, desespero y grito, trato de zafarme y no puedo, grito por un horror oculto, siento que mi vida corre peligro.

De improviso se aparece frente a mi vista una criatura inexplicable de carne oscura y fangosa, envuelto en una capa tan negra como el mismo, posa su garra maloliente sobre mi frente y comienza a gruñir como una verdadera suplica...

    ...GAAAAR... DER FOOM...
    ...GAAR... COM MEER...
    ...NAAR... NARDEM GOOR...
    ... NAAAK EN SOOM...


Entonces esta criatura comienza a apretar mi cabeza con su garra, la aprieta con gran fuerza, con una fuerza inaguantable y dolorosa, lo sé, ha llegado el momento de mi muerte, lo sé, así que creo que es mejor dejarme caer al inconciente antes de sentir la explosión de mi cráneo.

Ahora solo veo mi cuerpo inerte, mi cabeza reventada sobre ese altar de maleficios, mi sangre derramada sobre un montón de huesos, me veo, me despido de mi carne, y me voy más allá de aquí mismo, otro lugar me espera, ahora solo quiero descansar.

***